Brooke Fraser – Flags [Banderas] (Vídeo subtitulado español)

¿Cómo hablar o decir lo que nunca nadie habla? ¿Cómo decir lo que muchos sabemos y que a muchos nos ha afectado? , pero que es mejor callar.

Al menos siempre que se ha tocado este tema en grupo de amigos y hasta incluso el día que dije que hablaría de esto, me dijeron. NOO!!! No lo hagas. Mira que no debes hablar mal de los ungidos de Dios.

Pero heme aquí yendo en contra de los consejos y teniendo al menos un poquito de convicción, en que lo que he de transmitir, no será la solución definitiva a un problema grave que se vive en las iglesias, pero sí les compartiré una postura que podemos tomar, antes estas situaciones que se presentan, como algo ya cotidiano.

¿Qué es ello?

Saben, en los últimos años me han llegado muchísimos casos de situaciones complicadas que están pasando amistades en sus respectivas iglesias.

Un pastor que no permite que los jóvenes, tengan sus propias reuniones juveniles. Líderes que se les debe respetar casi como a semidioses. Músicos que pierden la razón por creerse las estrellas de las iglesias. La prosperidad es el mensaje de moda en nuestros cultos. Las chicas de danza y banderas se creen mucho más santas por estar danzando ante la presencia de Dios y porque ocultar al resto de los miembros que van a las discotecas bailables.  El liderazgo se ha convertido en una especie de la cámara de muerte, aquellos que llegan agonizando por haberse apartado, hoy en día matan a la oveja descarriada con sus críticas.

-¿Es duro? Espera… aun la lista continua.

Pastores diciendo herejías desde el pulpito, y el pueblo le hace caso por no tener conocimiento de la Palabra. Líderes de jóvenes que caen en gravísimas faltas. El líder de jóvenes que se cree una luna que puede iluminar de manera especial a todo aquellos que se les acerque, confiando en sus capacidades, pero que ha olvidado lo principal, que solo debe reflejar la luz del nuestro Sol, reflejar a Cristo. Un pastor que somete a pecar a sus ovejas, pero diciéndolo de manera dulce para que acepten a sus propuestas. Miembros  que no permiten servir a otros, por medio de excusas que no tienen sentido. El músico que no puede tocar porque  la música que le agrada no es de la misma línea que su líder. Líderes que permiten a sus jóvenes ir a las discotecas bailables para que su grupo  juvenil este a la onda y sea “cool”, pero a la verdad es un pretexto para que no disminuya en asistencia en sus reuniones.

-Esto se está poniendo más complicado… ¿por qué?… solo continua.

Mentiras, ya es moneda corriente. Palabras obscenas, no te sorprendas, sucede más de lo cotidiano. Ojos vanidosos, “-¿acaso es pecado? Si los ojos están hechos para ver”. Vestimentas que tienden a mostrar más, que a tapar. Hurtos, desconfianzas, celos, división, orgullo, divorcios, engaños, rencores, pleitos, envidia, homosexualismo, infidelidades… ¿sexo prematrimonial? Ya es común muchos ruegan a Dios para que no queden embarazados… ¿Pecados sexuales?, pufff por doquier… “¿Esperar en el Señor por tu novia? JAJAJA… ponte de novio con cualquiera, adquiere experiencias, y luego ve si es la voluntad de Dios, y si no, bueno déjala y conquista a otra chica”.

Esto son solo algunos de los casos que se pueden mencionar. Lamentablemente tengo que decir que son reales, y que decidí callar algunas historias. Pero que de seguro cada uno de ustedes puede comentar cientos de casos más, que sucede en la iglesia que asistes.

Pero todo este listado no tan solo queda allí, sino que sucede algo peor

¿Por qué?

Porque el tema es sencillo, está en pecado…  y se imagina que de seguro que se ha de disciplinar a la persona que ha caído en pecado, para su restauración. Pero la disciplina se ha convertido en vacaciones del servicio. Sin demostrar ninguna señal de arrepentimiento. El reflexionar y disculparse, es algo viejo, estamos en la marcha y no podemos detenernos en pequeñeces. La disciplina se ha vuelto algo tan absurda en muchas de nuestras iglesias, y hasta incluso, ni conocen el significado de esa palabra.

Claro, no me olvido que también hay un momento de restauración y consejería para enderezar el camino torcido. Bueno, permíteme decirte que eso era antes, hoy la misma persona que cae era el encargado de restauración y consejería, o nadie está en condiciones de hacer eso, porque todos están en la misma condiciones o ni siquiera saben que decirle.

Todo esto, sé el qué produce en el interior de las personas…  es algo que muchas veces he sentido y que puedo verlo en la mirada de muchos. Todo esto produce sensaciones de incertidumbre, bronca, decepción, tristeza, lágrimas, angustias, sentimientos dañados, esperanzas agotadas, dolor y un mundo sin colores…  porque sabemos que de alguna manera, esto… no está funcionando bien.

Muchos saben que esto no está bien, que estas situaciones deben cambiar sí o sí.

Muchos quieren solucionar estos problemas, sienten ese fuego por dentro, el llamado al cambio, la voz de los necesitados… y hasta incluso algunos, sienten el suspiro de Dios diciendo… “aaaaffffff… ¿Quién se pondrá en la brecha?” y  ello los conmueve queriendo hacer algo. Pero muchos de manera errada encuentran una solución a sus problemas diciendo “Es simple… me cambio de iglesia y chau problema.”

Pero NOOO!!! ERROR!!!
Déjame decirte que no en todos los casos esa es la solución (generalmente en su mayoría no es la solución), porque aun perteneces a un cuerpo, y si un dedo, ojo, boca o lo que sea, quiere salirse del cuerpo, afectara aún más a estas heridas.

¿Cuánto más este cuerpo se verá resentido y seguirá sangrando la herida ya producidas por otros?

En lo personal, debo decirte que también tengo historias que contar, que me ha tocado vivir, afectándome hace unos años atrás y también recientemente me han sucedido cosas injustas que me han llegado a acompañarme hasta en la actualidad, y en más de una oportunidad me han llevado a quebrarme, a llorar como un niño y a querer abandonar todo.

Pero algo he aprendido, en este tiempo, el cual se ha convertido en mi bandera en este caminar.

Desde hace un tiempo que han venido sucediendo cosas muy negativas, pero en mi vida, he decidido que no importa que tan grave es lo que me toque vivir, que mi vista estará puesta en Dios (eso todo lo sabemos y también sabemos que es muy difícil de aplicar), pero que también no me quedare sentado, de brazo cruzado, criticando lo malo que hoy me toca vivir. Si no que no seré parte del montón y continuare aportando un granito de arena.

¿De qué manera?

Sé que soy una persona de carne y hueso, y que antes estas situaciones, me han de doler. Pero si alguien está en alguna necesidad y no encuentra una respuesta, porque todos son de mal ejemplo. Hare todo lo posible para mantenerme como una luz en la oscuridad, llegare a esa persona y le he de mostrar el camino a seguir. Si hay un error, no me enfocare en ello, sino que haré todo lo posible para estar al lado del necesitado. Si tienen un problema quizás no sea yo la respuesta, pero si seré un oído, atento a oír sus problemas, una compañía en medio de su soledad, en su angustia y en su desesperación. No dejare que los problemas que me lastiman, me enceguezca y no extienda mi mano para ayudar a mi prójimo.

Acaso ¿Qué  vale más, que tu queja sea oída o que un alma se encuentre con el Creador?

 

Los malos ejemplos hoy en día abundan, y quizás sea porque hemos llegando a los últimos tiempos, donde personas amadores de sí mismo… han olvidado el temor a Jehová, y han perdido su brújula espiritual. Pero aun así, tú persiste. No dejes de levantar la bandera de Cristo. No dejes que los problemas que te rodean, bajen esa hermosa bandera que llevara a muchos a los pies de Cristo. A nuestro hermoso Jesús.

 

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Ven
Dime tu problema
No soy tu respuesta
Pero soy un oído que escucha

La realidad te ha dejado tambaleándote
Todos los hechos sin sentimientos
No hay fe y temor

No sé ¿por qué el buen hombre caerá?
O ¿por qué el malvado está de pie?
Y nuestras vidas ondean
Como banderas en el viento

¿Quién tiene la culpa? eso no es importante
Las buenas intenciones se encuentran inactivas
Y todos somos los culpables

Mientras que la apatía actúa como un aliado
El enemigo y yo, somos lo mismo

No sé ¿por qué el inocente cae?
¿Por qué los monstruos siguen de pie?
Y nuestras vidas ondean
Como banderas en el viento

No sé ¿por qué las palabras son tan orgullosas?
Y sin embargo es una promesa
Y nuestras vidas ondean
Como banderas al viento

Tú que lloras serás consolado
Tú que tienes hambre, no tendrás más hambre
Los últimos serán los primeros
De eso estoy segura

Tú que lloras volverás a reír
Todo lo que se sienta solo, ya no lo estarán
Los últimos serán los primeros
De eso estoy segura

No sé ¿por qué los inocentes caen?
¿Por qué los monstruos siguen de pie?
No sé por qué los pequeños tienen sed
Pero sé que los últimos serán los primeros
Pero sé que los últimos serán los primeros
Pero sé que los últimos serán los primeros

Escrito por Josafat

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