Jon Foreman – “White As Snow”  [Blanco Como La Nieve]

Jon Foreman – “White As Snow” [Blanco Como La Nieve]

Pocas veces recuerdo a mi madre hablándome sobre sus pasajes bíblicos favoritos. Sé que se conoce muchísimos salmos pero son contados con los dedos de la mano, aquellos que ella me ha recomendado leer, en alguna ocasión o momento en particular.

Uno de ellos es el Salmos 51, donde el Rey David se olvida de los títulos y se hace casi humano por así decirlo. En la escuela dominical, me enseñaron ver a David como un héroe de la biblia. Luego leyendo La Palabra habla acerca de el como “varón conforme a mi corazón”. En este tiempo de que el titulo de profetas, evangelistas, pastores y maestros han quedado corto, ha salido el ministerio que de alguna forma se relaciona con todos los otros, el denominado apóstol.

A la verdad, mientras otros discuten si es o no es bíblico ello, solo me preocupo en pensar, que no me gustaría llegar a un titulo como los anteriores mencionados solo para ser llamado como tal. Solo me conformaría con que Dios diga algo similar a un “Matías, un joven conforme al corazón de Dios”.
Cada vez que miro el sendero por el cual he transitado estos años, veo muchos golpes, dudas, caídas, incredulidad, enojos, moretones y heridas que empañan mi curriculum para poder recibir un comentario como el que he deseado.

Al leer la Biblia, puedo encontrar a un David, que no era el extraordinario héroe que todos hablan, sino que encuentro a una persona, común y corriente, tan simple como vos y como yo. Algunos ni siquiera lo tenían en cuenta por su parecer, y lo más grave que ni aun su padre lo tenía en cuenta. Pero el, del día a la noche (por así decirlo), cumple su cuento de novela, al dejar de ser un NN, un desconocido al Rey de toda una nación. El muchachito que pasaba desapercibido entre toda la multitud pasa a ser la persona más importante y significante del momento.

He aquí un verdadero héroe de la biblia, pero que aun no ha escrito todos sus capítulos de la vida. Aun falta agregar una mancha en su hoja. Es casi como el mejor escritor del mundo, con una brillante prosa, con cientos de premios ganados, con varios pulitzer en su haber, que tan solo en un instante descuida su pluma y su papel, mirando a un costado, sin percatarse que la pluma tiene tinta de más y ha dejado caer la gota de tinte sobra su obra maestra. El escritor por excelencia, en tan solo un descuido, siente morir por este error. De Rey a Lisiado, de ser el primero al sentirse el mas inservible en el mundo. El viejo profeta Natan confronta a David.

Siempre me he trato de imaginar esa situación, quizás había mucha gente a su alrededor, todos anonadados, voces de exclamación y sorpresa antes las palabras del viejo profeta. Pero David no siente pudor de ello, a mi parecer las palabras del profeta resuenan como un eco en lo profundo de su corazón y de su alma. Sus ojos comienzan a inundarse de lágrimas y se desploma de rodillas en el suelo. Las personas alrededor comienzan a murmurar por lo que está sucediendo, mientras que David se abstrae totalmente de ese lugar y pasa a tener una reunión de urgencia con el Creador, comienza a balbucear unas palabras que luego se convierte en una oración que queda registrada en este hermoso Salmos 51.

Este es ese tipo de capítulos en que uno no se queda con un pedacito de él, más bien, lo remarca completamente, colocándole resaltador de distintas formas, que uno vuelve a leer y releer a pasar el tiempo, y sintiéndose tocado tan profundamente como si fuera la primera vez en que se encuentra uno leyéndolo (Gracias Addy por incentivarme a escribir esto a partir de una pequeña charla 🙂 )

 

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Ten piedad de mi, oh Dios
Conforme a Tu misericordias
Conforme a Tu gran compasión
Borra mis transgresiones

Ten piedad de mi, oh Dios
Conforme a Tu misericordias
Conforme a Tu gran compasión
Borra mis transgresiones

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Los sacrificios de nuestro Dios
Son un corazón quebrado y contrito
Contra Ti y solo contra Ti, he pecado

Los sacrificios de nuestro Dios
Son un corazón quebrado y contrito
Contra Ti y solo contra Ti, he pecado

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Lávame, blanco como la nieve
Y seré sanado

Lávame, blanco como la nieve
Y seré sanado

Lávame, blanco como la nieve
Y seré sanado

Lávame, blanco como la nieve
Y seré sanado

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Podrías crear en mí, un corazón limpio, Oh Dios
Restaura en mí, el gozo de Tu salvación

Escrito por Josafat

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