Tú

¿Quién se puede comparar a Ti?

Haces que mis mayores problemas y sufrimientos se tornen insignificantes ante Tu gran majestad
Me conociste desde antes que mi embrión completara su formación, me amaste, soñaste conmigo, me viste creciendo, aprendiendo, amándote.

Las dificultades la mayor parte del tiempo me recuerda que todo es imposible para mí, que sin Ti nada en mi vida tiene el más mínimo sentido.

Ni he tenido la necesidad de hacer mayores sacrificios o pedir un tiempo en Tu agenda para que corras apresuradamente en mi rescate, para que me envuelvas en esos únicos brazos de amor que me hacen sentir que estoy en casa otra vez.

Ni siquiera esperas mis palabras de adoración, no son el cobro por Tus servicios ni nada similar. Solo brotan desde mi corazón agradecido, cuando me has mostrado el camino en el que continúo estando. Ese camino tiene un nombre, y ese nombre es el tuyo: Jesús.

Confiar en Ti es realmente creer en quién Tú has dicho que eres, es confiar en Tus Palabras y promesas, es admitir que mejor es estar contigo que sin Ti, no por temor al mañana, sino como la mejor decisión del Universo, porque estando en Ti es dónde mi canto se vuelve espontáneo, es en donde mi alma haya reposo.

Te seguiré cada día, lo hago porque Te necesito. Mi vida está en Ti, Tus palabras son la vida que respiro.

Perdona cada una de mis faltas, mis múltiples errores, mi infidelidad hacia Ti, mi falta de amor y compasión, mi egoísmo, la falta de Ti en mí.
Ven a consumirme con Tu fuego, límpiame y purifícame para Ti, otórgale una vez más el sentido a mis días, visitándome con Tu Presencia.

Bueno es invocar Tu nombre en medio de la dificultad, Te veo conmigo, Te siento aquí.

Maravilloso Señor, el mayor milagro que has realizado en mi vida ha sido permitirme conocerte, y experimentar Tu abundante y gran amor.

¿Quién se puede comparar a Ti?

Escrito por Kary

1 Comentario

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *